Estamos a 12 de enero y casi sin darnos cuenta ya estamos de lleno en 2021. Este año no es como cualquier otro. Queremos confiar en que será mejor que 2020 (esperemos que así sea), pero a la vez no queremos crearnos demasiadas expectativas por si acabamos decepcionados de nuevo.
Lo creamos o no, tenemos por delante un nuevo año que puede ser un gran año y en gran medida, eso depende de nosotros.
A pesar de las circunstancias, podemos decidir esforzarnos y hacer de este año, un buen año. Pero, ¿Cómo podemos hacer que sea un buen año? Lo primero es tener claros nuestros objetivos y saber dónde queremos llegar y hacia dónde nos dirigimos.
Así que vamos allá. Al fin y al cabo, enero es el mes de los nuevos propósitos y de marcarse objetivos.
¿Cómo marcarse objetivos?
1. Siéntate a pensar de verdad qué es lo que quieres conseguir.
Parece una tontería porque a veces creemos tener muy claros nuestros objetivos, pero si dedicas unos minutos a pensarlos detenidamente, acaban apareciendo objetivos nuevos y más relevantes.
Es principio de año, así que toca marcarse objetivos a varios niveles. Primero objetivos para el año y después marcaremos los objetivos más a corto plazo.
Para los objetivos de año nuevo, yo te aconsejo que seas generoso y que sueñes un poco a lo grande. Está claro que es importante marcarse objetivos realistas y que puedas cumplir, pero este es el momento perfecto para dejarte llevar por esos sueños que te gustaría cumplir algún día (y repito, que aunque sean ambiciosos, sean realistas).
Haz una lista. Seguramente, en la lista habrá objetivos que sabes que puedes cumplir fácilmente y en poco tiempo (por ejemplo, empezar a escribir sobre “X”), y habrá otros objetivos que aunque sabes que eres perfectamente capaz de conseguir, también sabes que te van a llevar mucho tiempo y dedicación y que son más complejos (por ejemplo, ser nómada digital y vivir en Bali).
Una vez que tengas la primera lista de objetivos, vuelve a revisarla y quédate con los que de verdad creas que son importantes y que vas a poder llevar a cabo.
2. Establece un plazo determinado para cumplirlos.
Así como los objetivos tienen que ser realistas, también debes marcarte una fecha y un plazo realista para conseguirlos.
Si quieres perder 10 kg, no te marques como plazo hacerlo en 2 meses, primero porque no es saludable y segundo porque seguramente te desanimes por el camino al ver que no cumples con lo que te has propuesto.
3. Desglosa en pequeños objetivos y crea un plan de acción.
El siguiente paso es que cojas cada objetivo y lo dividas en objetivos más pequeños y en tareas específicas.
Si quieres ser nómada digital, necesitarás clientes. ¿Qué necesitas para conseguir tus primeros clientes? (Por ejemplo, crea un portfolio atractivo con lo que has hecho hasta ahora). Y así, hasta que tengas claro qué tienes que hacer para conseguir cada objetivo.
Una vez tengas cada objetivo desglosado, márcate una hoja de ruta. Vuelve a marcar plazos para cada tarea y revisa tus objetivos y subobjetivos cada semana.
4. Acostúmbrate a trabajar con objetivos semanales y diarios.
A lo mejor, puede parecerte excesivo marcarte objetivos a diario e incluso te agobias con solo pensarlo. Pero te reto a que lo pruebes por lo menos durante un mes, cada día por la mañana o al finalizar la jornada.
Siéntate tranquilamente y analiza cómo van avanzando tus objetivos y qué es lo que tienes que hacer durante la próxima jornada para que estés un paso más cerca de conseguirlos. Que tus objetivos diarios sean igualmente realistas, no te pongas 10 objetivos cada día. Es mejor que te marques dos o tres objetivos y que vayas avanzando con foco y paso firme, y sobretodo sin frustraciones (el truco está en marcarte objetivos diarios que puedas conseguir y que te den un chute extra de motivación para continuar al día siguiente).
5. Mantén una actitud positiva y fuerza de voluntad.
Evidentemente, marcarse objetivos no es una fórmula mágica para que de repente todos tus proyectos empiecen a avanzar y consigas todo lo que te hayas propuesto. Para que esto ocurra, tienes que trabajarlo. La fuerza de voluntad es tu mayor aliada. Habrá días en los que sentirás que no quieres hacer nada y que no tienes motivación para nada. Cuando tengas uno de estos días, analiza el porqué, analiza si es que necesitas descansar porque no te das tregua, si te encuentras mal, o si simplemente hoy te puede la pereza.
Si la respuesta es que no quieres hacer nada porque estás perezoso/a, levántate y oblígate a trabajar, ponte objetivos menos ambiciosos para ese día, pero haz algo. La fuerza de voluntad se trabaja y se puede mejorar.
Si el caso es que necesitas descansar, tómate un día o dos de descanso. Para ser productivo es importante trabajar la fuerza de voluntad pero es igual o más importante estar descansado y dedicar tiempo a cuidarnos y a hacer lo que nos pida el cuerpo.
Y por último, mantén siempre una actitud positiva. Esto es súper importante para cualquier cosa en la vida, pero sobretodo cuando se trata de mejorar y conseguir propósitos personales y laborales.