La marca personal lo es todo. Las personas ya no compramos a las empresas. Las personas compramos a otras personas, contratamos a otras personas y confiamos en personas.
Sólo compramos a empresas cuando éstas son enormes (apple, audi, LG, nintendo…) pero cuando necesitamos una web, un masaje, un diseño, un loquesea contratamos a otra persona.
Si te fijas en LinkedIn pese a ser una red social B2B son las personas las que se mueven para contratarte/venderte/conectarte.
Fíjate que nunca recibirás un mensaje de Dunder Mifflin Company para venderte material de oficina. Lo que seguramente sí que podrá suceder es que te contacte Jim Halpert para hablar de “sinergias” y “colaboraciones a largo plazo”.
Son las personas las que venden.
Tanto si eres freelance como si te mueves dentro de una empresa sabrás que cada vez es más y más (y máaaaaaaaas) importante tu marca personal.
Tu marca personal es tu “yo” público/a, vendedor/a, comunicadora/o, tu yo más visible. Y es importante que lo trabajemos bien ya que en función de lo que perciban las personas de nuestro alrededor nos irá mejor o peor (económica y networkingmente hablando).
Pero empezamos por lo básico:
¿Qué es la marca personal?
La marca personal es esa imagen que queremos transmitir. Una imagen con una misión y una visión, con unos objetivos claros, un target definido y un producto también definido.
Una marca personal es la imágen pública de una persona, sus perfiles, sus fotos, sus interacciones sociales, la percepción que tienen de ti es tu marca personal.
Y aquí viene lo bueno.
¿Cómo trabajar tu marca personal?
Vamos a por la traca, vamos a ver cómo desarrollar, trabajar y controlar tu marca personal.
En primer lugar debemos entender que una marca personal va de dentro a fuera y no al revés.
Antes de “salir al mundo”, “salir de la cueva” tenemos que tener controladas algunas cosas para asegurarnos que todo lo que vayamos a hacer esté acorde con cómo queremos y creemos que sean y deben ser las cosas.
Desarrollando la marca personal: desde dentro.
Antes de salir al mundo y poder gritar a pleno pulmón: “hello world”. Necesitamos tener en cuenta algunas cosas.
La primera y lo más importante. Desde mi punto de vista creo que esto es de lo más importante de todo y que muchas veces nos olvidamos de dedicarle el tiempo necesario.
- Según tu propia opinión, ¿cómo crees que deberían ser las cosas respecto al sector al que te dedicas o te vas a dedicar?.
Tener claro este punto te ayudará mucho a poder crear una línea de comunicación determinada y en base a tus propios principios. Además definir muy bien cuales son tus principios te ayudará a no perder el norte y a saber por dónde tirar cuando sientas que pierdes el rumbo. - ¿Cuáles son tus colores? Los colores son algo súper importante. Cada color tiene un significado y no podemos caer en la tentación de escoger los colores en base a lo que significan. Estamos hablando de tu marca personal y no de una botella de zumo de tomate.
Tienes que identificarte con los colores, tienes que identificarte con lo que significan y con lo que significan también para ti. Recuerda que esto va de ti. Eso sí, si quieres transmitir alegría, a pesar de que sea tu color favorito no vayas a poner marrón oscuro. Hay que saber encontrar el equilibrio. - ¿Qué es lo que vas a ofrecer? Quizá tienes un servicio o dos, o muchos o pocos… Antes de salir al mundo es crucial tener muy claro cuál es nuestro producto.
Esto que parece tan sencillo, en el momento en que nos ponemos a trabajar y analizar nos damos cuenta de que es más difícil de lo que parece.
¿Cuántos consultores de marketing nos hemos encontrado que hacen: desarrollo web, app, redes sociales, email marketing, data analysis, facebook ads, linkedin ads, copywritting, storytelling, programación javascript, photoshop, renderizaje, podcasting…..? Algo falla.
Escoge qué es lo que te gusta, se te da bien y quieres hacer. Olvídate de todo lo demás. Con el networking verás que podrás subcontratar todo lo que te entre que no sea de tu expertise. - ¿Qué imagen quieres transmitir? Fíjate que muy pocas veces reparamos en esto. Probablemente quieras dar una imagen de persona segura de sí misma, líder de opinión, con las ideas claras,….
Para ello es muy importante anotar en un papel (sí, con rotuladores y todo eso) qué es lo que queremos transmitir y lo más importante… cómo lo vamos a transmitir.
Si te gusta el rollo gangsta está genial, pero si te vas a dedicar al mundo de inversiones en inmuebles probablemente vas a tener que empezar a vestir camisa… cada día. Recuerda que la marca personal es “todo el rato”. Y por ello es tan importante que esté alineada dentro de tu personalidad.
Suele ser uno de los puntos que fallan en las marcas personales, que no se tiene muy claro qué se quiere transmitir y se terminan transmitiendo cosas muy raras y muy inconexas. - ¿Qué te hace diferente? Está claro que prácticamente todos los sectores a día de hoy están competidos. Marketing, coaching, finanzas, diseño, web, música… hay miles de tiburones en este océano tiñéndolo de rojo.
Necesitamos diferenciarnos, aportar algo que diga: “hey, yo no tengo nada que ver con esta gente”.
Aquí van algunos consejos para diferenciarte:- Hacer las cosas a tu manera. No sigas una corriente, hazlo a tu manera. Defiende tu personalidad
- Posiciónate. A la gente no le cuadran las personas que no se mojan. O te gusta el Barça o te gusta el Madrid. Deja claros tus principios y tus gustos y deja que tu cliente ideal venga a ti.
- Da tu opinión. Si un libro no te ha gustado dilo, da igual que sea un bestseller. Nuevamente defiende tu opinión y personalidad.
- Nunca dejes de aportar valor. El valor siempre, siempre, siempre marca la diferencia. ¿Cuántas personas hay realmente aportando valor con sus publicaciones?
- ¿Quién es tu cliente ideal? Cierra los ojos. Imagínate trabajando. Pero no trabajando normal, ganando un huevo de pasta. Sí. Lo has conseguido, por fin has captado a ese tipo de cliente que realmente querías. El trabajo que haces te hace feliz, te llena y te permite crecer como profesional y como persona. Ahora abre los ojos.
Apunta en un papel cómo es esa persona, qué siente, cómo lo siente, qué necesita para entender que te debe contratar a ti y a nadie más. Apunta qué necesitas para llegar a esa persona. Céntrate en esa persona al 1000%.
Cuando hables no le hables al mundo, háblale a tu cliente ideal. Únicamente a tu cliente ideal. Este es el punto más importante de todo. Piensa muy detenidamente qué necesita para llamarte.
Repito: céntrate en sólo tu cliente ideal. Si le hablas a todo el mundo tu cliente ideal no captará el mensaje, no lo entenderá. En cambio si te centras, tu comunicación atacará a temas de su interés, sentirá que lo que dices encaja al 100% con sus necesidades, con su dolor. Te llamará por teléfono y te dirá: “tenemos que hablar”.
El día que pasa eso sabes que vas en la dirección adecuada. - Prepara tus redes y tu web. Una vez tienes claro qué es lo que vas a ofrecer y tienes claro a quién le quieres vender, es hora de ponerse a trabajar.
Crea una web orientada a tu cliente ideal, olvídate del resto, si cae algo bienvenido será pero si no no pasa nada ya que el pez que queremos pescar lo tenemos claro.
Es muy importante que en tu web ajustes los colores, los videos, la comunicación a tus objetivos. No pierdas el foco: producto claro + cliente ideal. Asegúrate de que tu cliente ideal entiende el valor del producto y entiende que eso es para él.
De la misma manera que arreglamos la web arreglamos las redes sociales. Olvídate de la comunicación neutra. Céntrate en tu buyer persona. De repente te darás cuenta que estás redactando de una manera diferente, que estás trabajando en una dirección determinada. Eso se llama estrategia y cuando la trabajas todo tiene sentido.
Desarrollando la marca personal: hacia fuera.
Ya tenemos todo el trabajo personal construido, ya tenemos esa introspección, esa reflexión sobre nosotras/os mismas/os sobre cómo queremos que sean las cosas y cómo nos sentimos identificados/as.
Ha llegado el momento de abrir las puertas y aparecer. It’s time to launch!
El punto clave aquí es el networking. El networking te permite conocer personas maravillosas que en cualquier momento pueden ser amistades, clientes o proveedores. Muévete.
Si estás empezando, apúntate a todos los eventos que puedas, muévete todo lo posible. Si estás trabajando desde casa o estás pensando cómo organizarte, la mejor opción que tienes a tu alcance es apuntarte a un coworking.
En los coworkings el networking es automático, nace del buen rollo y el compañerismo, y la gente que está ahí no busca venderle su proyecto a todo el mundo (cosa que a veces pasa en determinados proyectos).
Las personas que trabajan en coworking buscan trabajar y estar a gusto con sus compañeros de coworking.
Dato importante: networking no es vender.
A nadie le gusta ya que le vengan a vender. Cuando algo te interesa lo buscas en google y luego lo vas a comprar.
Por este motivo la mejor manera de vender… es no vender. La amistad, el buenrollismo, el estar ahí, ir a comer, hacer piña, preocuparte por los demás funciona. Eso sí, asegúrate que sepan a qué te dedicas y ya está. El spam lo haremos por otro lado.
El truco del almendruco: crea contenido
No se trata de que crees otra vez los mismos posts que encontramos a miles en google. Se trata de que una vez más cojas a tu avatar, tu user persona, buyer, cliente ideal y digas:
“¿qué necesito que veas para que creas que soy la persona adecuada para tu proyecto?”
Muchas veces sale más a cuenta hablar de “cómo hacer algo” o tips rápidos sobre coaching, marketing o lo que sea antes que explicar desde 0 qué es algo.
Tu cliente ideal no necesita un “manual de analytics, de 0 a Google”, pero igual un post sobre “cómo controlar los datos para optimizar tu ROI” puede hacerle pensar que sabes de lo que hablas para realmente contratarte.
No se trata de volver a explicar conceptos desde 0, se trata de crear esos contenidos que realmente aporten valor a tu cliente ideal.
Y para terminar: nunca olvides que siempre hay alguien mirando. Sobretodo en redes sociales, pero en la vida real también sucede. Puede ser una buena excusa para ser mejor persona, más amable, más agradable y más generosa.