La creatividad no es una cualidad innata. Es verdad que hay personas que parecen llevarlo en la sangre, pero podemos aprender a ser creativos y podemos desarrollar nuestra creatividad si nos lo proponemos y trabajamos en ello.
La imaginación es clave en el proceso de innovación y de creación de nuevas ideas y existen muchas herramientas y técnicas para desarrollar tu creatividad, pero en este post me voy a limitar a nombrar algunos hábitos sencillos que puedes ir incorporando a tu vida para preparar tu mente y ayudarte a tener pensamientos e ideas más creativas.
1. Leer.
La lectura tiene muchos beneficios, entre ellos, nos ayuda a desarrollar nuestro pensamiento creativo.
Nos brinda referentes a la hora de crear y desarrollar nuevas ideas y nos ayuda a estimular la imaginación, visualizando los escenarios donde tiene lugar una acción o imaginándonos como es el personaje que nos está describiendo el escritor.
2. Vive nuevas experiencias a menudo.
Sal de tu zona de confort y vive experiencias nuevas a menudo. Las personas que siempre buscan experiencias novedosas, son capaces de captar información visual que otros no ven y eso dispara su creatividad.
Estas nuevas experiencias nos permiten conectar con nuestra mente de forma distinta a como lo hacemos normalmente. Te ayuda a pensar de otra manera.
3. Practica deporte.
Practicar deporte de forma regular ayuda a reducir el estrés y la ansiedad y sobretodo ayuda a estar de mejor humor todos los días. Cuando nuestro estado de ánimo es positivo se nos ocurren mejores ideas.
4. No te olvides de anotarlo todo en un cuaderno de notas.
Muchas veces al día, se nos pasan por la cabeza ideas buenas. Lo que pasa es que no las anotamos y en cinco minutos nos hemos olvidado de ellas porque en ese momento estábamos ocupados con otra cosa.
Apúntalo todo, incluso las ideas más disparatadas. A veces aunque en ese momento no te parezcan útiles, pueden servirte de inspiración para otro momento.
5. Supera el miedo al fracaso.
El miedo al fracaso va estrechamente ligado a la inseguridad. Y la inseguridad es algo que prácticamente todos sufrimos más de una vez en la vida.
Me atrevería a decir que el miedo al fracaso es una de las cosas que más mata nuestra creatividad. Preocuparse por el qué dirán los demás, o avergonzarnos de una idea buenísima que se nos ha ocurrido pero que estamos seguros de que no gustará.
Eso nos ha pasado a todos. Pero tienes que superar ese miedo al fracaso y al rechazo. Confía en ti y en tus ideas.
6. Abúrrete.
Vivimos en la era del placer inmediato. Siempre que sentimos incomodidad o malestar, buscamos una forma rápida de aliviar ese malestar.
Estamos constantemente ocupados y cuando no lo estamos nos sentimos incómodos. Pero es precisamente en esos momentos de aburrimiento y de no hacer nada cuando nuestra mente busca soluciones más creativas. Así que permítete aburrirte un rato.
7. Busca inspiración.
Si buscas una idea creativa para algún proyecto en concreto, busca inspiración. Te ayudará a abrir tu mente a ideas que ni siquiera se te hubieran pasado por la cabeza de otra forma.
Pero… ¡No copies!
Hay una línea muy fina entre buscar inspiración y copiar. Buscar inspiración solo debería servir para encender la bombilla, pero luego tienes que trabajar para dar forma a esa idea de forma original y creativa.
8. Aléjate de las pantallas por un rato.
Así como tenemos que aprender a aburrirnos, tenemos que aprender también a desconectar. Nos pasamos la mitad del día enganchados a una pantalla, sobreinformados y sobreestimulados.
Desconectar unas horas al día nos ayudará a pensar independientemente de lo que pasa en las redes.
9. Medita a diario.
Para empezar, la meditación nos ayuda a estar más presentes y a crear estructuras de pensamiento beneficiosas.
También se ha demostrado que a través de la meditación, conseguimos darle más protagonismo al hemisferio derecho del cerebro, el encargado de la imaginación y la creatividad.
10. Estado de Flow. ¿Qué es?
El estado de Flow o de Flujo Psicológico es uno de los pilares de la psicología positiva y el término apareció por primera vez en los años 90.
El estado de flow es “un estado subjetivo que las personas experimentan cuando están completamente involucradas en algo hasta el extremo de olvidarse del tiempo, la fatiga y de todo lo demás, excepto de la actividad en sí misma”, explica Csíkszentmihályi.
Dicho de otra forma, es ese momento en el que estás tan concentrado en la tarea que estás llevando a cabo, que pierdes la noción del tiempo. Llegas a un estado de creatividad y productividad muy elevado donde las ideas fluyen.